Y fueron llegando. Muy temprano en la soleada mañana, acompañados de sus padres, para estrenar el primer día de clases. Muchos con la túnica blanca y la moña azul, inmaculadas. Otros, vistiendo el nuevo uniforme, que marca el comienzo de una nueva etapa vital. Encuentros, reencuentros, alegría y expectativas a flor de piel para quienes ingresan por primera vez.