La Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) presentó el libro “Fiesta de la Primavera. Inventario del Patrimonio Cultural Inmaterial”, en Soriano, que busca salvaguardar las expresiones culturales de esta celebración para las futuras generaciones a través de la declaración del Ministerio de Educación y Cultura.
Se trata de un informe que promueve la declaración de este evento como patrimonio cultural inmaterial (PCI) del Uruguay, que describe aspectos educativos y de iniciación a las artes escénicas, realizado por referentes de la Asesoría Educativo Cultural (AEC) de ANEP y de la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación (CPCN) del Ministerio de Educación y Cultura (MEC).
Esta mención incluye prácticas, conocimientos y expresiones que las comunidades reconocen como parte de su identidad cultural, junto con los objetos y espacios asociados, que se transmiten de generación en generación, se adaptan con el tiempo, refuerzan la identidad y el respeto por la diversidad cultural. La Convención de la UNESCO de 2003 destaca la necesidad de salvaguardar estas expresiones culturales para las futuras generaciones.
“Esta publicación nos llena de orgullo. Esto es el esfuerzo de muchos. Dolores se lo merece por la participación, la construcción ciudadana que significa esta fiesta, que debe trascender los límites geográficos de esta ciudad, del departamento y llegar a ser patrimonio cultural”, expresó la consejera del Consejo Directivo Central de ANEP, Elbia Pereira.
La 63° edición de la Fiesta Nacional de la Primavera congregó a locales y visitantes de todo el país que año a año se reúnen a disfrutar de un desfile de carrozas, música y espectáculos artísticos organizados por los liceos N.°1 y 2 y la Escuela Técnica Dolores.
La asesora académica de la AEC, María Noel Tenaglia, coautora del libro junto a la referente del CPCN, Leticia Cannella, aseguró que la fiesta trascendió las barreras del aula, las intergeneracionales, los límites creativos y artísticos. “Es patrimonio porque ha creado identidad comunitaria, porque nos relacionamos con esta fiesta de una forma afectiva”.
“La patrimonialización es para salvaguardar la fiesta y que vuelva a tener mayor participación. Debemos recuperar el entusiasmo de sus hacedores, los estudiantes. Esta fiesta es de ellos y para ellos”, expresó, quien además recordó el tornado que azotó a esta ciudad en 2018.
Por su parte, Cannella aclaró que la declaración como PCI queda aún sometida a consideraciones de la Comisión de Patrimonio y al ministro de Educación y Cultura, José Carlos Mahía.
Sin embargo, rescató la importancia del inventario como un insumo que rescata los procesos creativos y lo señala también como un fenómeno económico.
“Es una de las fiestas locales más antiguas del país. Pone énfasis en la toma de decisión de los jóvenes y en el trabajo intergeneracional. Los liceos y la UTU han sido fundamentales en este proyecto”, recordó.