Las nuevas autoridades del Consejo Directivo Central asumieron sus cargos presentando los principales lineamientos que guiarán su gestión. Contribuir a lograr una mayor equidad en las aulas, promover la concreción de la Universidad de la Educación y alentar la participación de los docentes, son algunos de los desafíos planteados.
Durante una ceremonia celebrada en el Museo y Biblioteca Pedagógica “José Pedro Varela”, el nuevo presidente del Consejo Directivo Central (Codicen), Pablo Caggiani, inició su discurso agradeciendo la presencia del presidente, Juan Gabito, y de los consejeros salientes. “Quiero agradecerles públicamente su trabajo en la transición, la transmisión de experiencias y proyectos. Esto habla un poco de cómo concebimos la cosa pública en este rincón del sur”, destacó.
“Intentaremos dar lo mejor de nosotros para asegurar y garantizar el derecho a la educación. Muchos son los desafíos que tenemos por delante y nuestro compromiso es y será uno solo a lo largo de toda nuestra gestión: trabajar en equipo por una educación pública de calidad, que vuelva a dar esperanza y oportunidades a nuestra sociedad y a nuestros gurises, en particular a las y los que están más postergados”, sentenció.
Caggiani indicó que entiende necesario “volver a colocar los asuntos de la educación en el centro del debate. La posibilidad de que estos temas entren en la conversación pública es relevante para afrontar los desafíos que tenemos”.
En este sentido, señaló que es necesario “construir grandes acuerdos nacionales, sociales y políticos que nos permitan consolidar una política de largo plazo para la educación uruguaya”.
“La educación está llamada más que nunca a desarrollar las máximas capacidades de la ciudadanía, a mejorar la convivencia y nuestras relaciones con el medio, y para eso nos proponemos recomponer el derecho a la educación a lo largo de toda la vida. Al decir esto hablamos de un Estado que tiene la obligación de garantizar el ejercicio de un derecho, que concibe a la educación como un bien público, como ese legado de lo común que todas y todos deben recibir”, valoró.
“La changa no es sencilla. Vivimos tiempos complejos, marcados por una creciente violencia en varios territorios donde la vulneración de derechos es una realidad cotidiana y acuciante. A diario niñas, niños, adolescentes, familias, docentes y funcionarios conviven con situaciones de privación, de violencia y de ausencia de las condiciones mínimas para desarrollarse plenamente”, prosiguió.
Caggiani afirmó que para enfrentar los desafíos educativos “es necesario trabajarlos con un conjunto amplio de actores entre los cuales no se puede excluir a los estudiantes, sus familias y sus docentes, trabajarlos a través de varios espacios, entre otros con las Asambleas Técnico Docentes y los sindicatos de la educación”.
Asistencia y aprendizaje
“Más gurises accediendo a la educación, más años y más tiempo, parece ser algo en lo que estamos todos de acuerdo. Esto es más niñas y niños accediendo a la educación a partir de los tres años y más jóvenes accediendo a la educación media superior con propuestas educativas que tengan extensión del tiempo pedagógico, proponiendo un currículum integral que incluya lenguas extranjeras, educación física, artística y pensamiento computacional entre otros. A su vez, significa un espacio de cuidados y protección que posibilite a las familias nuevas oportunidades”, detalló.
No obstante, señaló que si la asistencia a clase no es regular y sistemática “no acontece lo más importante de nuestra gestión: el encuentro entre los estudiantes y sus docentes. Las inasistencias afectan los aprendizajes, debilitan el sentido de pertenencia e impiden la circulación por la educación, espacio protector de otros derechos”.
En este sentido, afirmó que esta situación constituye un problema para el país que fue empeorado por la pandemia, pese a las acciones emprendidas por las autoridades salientes. “Nos proponemos abordar este asunto y hacerlo junto a otros, con acciones basadas en evidencia y con un monitoreo de lo que funcione y lo que no. El mundo se está enfrentando a este problema y la forma de abordarlo tiene que ver con la posibilidad efectiva de garantizar el derecho a la educación”, manifestó.
Equidad y diversidad
“Nuestra educación enfrenta a su vez desafíos que tienen que ver con la inequidad o desigualdad en los aprendizajes de nuestros estudiantes. Los estudiantes pertenecientes a los sectores más desfavorecidos tienen menos logros. Sabemos que una parte de esto es explicada por razones que no son educativas, pero también que hay parte de este fenómeno que se puede explicar por razones internas del sistema, recursos, formas de enseñar y otra serie de elementos que merecen atención, ya que en eso se cifran algunas de las posibilidades de mejora”, reflexionó.
Para Caggiani, es preciso intensificar los apoyos económicos y las tutorías para quienes más lo necesitan. “Todos aprendemos pero lo hacemos a nuestros ritmos e intereses. Entre otras cosas, las propuestas educativas deben contemplar esta diversidad y apoyar, cuando sea necesario, a cada uno de nuestros estudiantes”, resaltó. Además, señaló la pertinencia de brindar un aporte económico al inicio de las clases a las familias que más lo requieren.
“La sociedad en Uruguay tiene sin lugar a dudas una visión convergente, con un Estado que sea poncho de los débiles. No nos podemos permitir que por no tener un par de championes o un abrigo los gurises no participen de lo educativo”, sentenció.
“Más estudiantes terminando la educación media superior, más trabajadores culminando sus ciclos educativos, el país presenta también desafíos en este tema y las acciones que se han desarrollado siempre son avances, pero son pequeños en relación al desafío. La culminación de ciclos y la relación con el mundo del trabajo son temas complejos, pero que nos tienen que permitir avanzar en aspectos que afectan a la vida de nuestra ciudadanía”, expresó.
Lineamientos de trabajo
Con respecto a los aspectos curriculares, Caggiani indicó que estos forman parte de los desafíos de la nueva administración. “Entendemos que estos temas requieren abrir la conversación a voces que no fueron consideradas. No tenemos una perspectiva refundacional, hay avances que debemos preservar”, matizó.
“Durante décadas cada tramo se pensaba a sí mismo sin pensar en el recorrido del estudiante, así lo denunciaba Julio Castro a mediados del siglo pasado. Debemos avanzar en temas que tienen que ver con nuevos derechos y nuevas demandas. Lo curricular también son las formas en que enseñamos educación sexual integral, derechos humanos, convivencia y son las formas en que incluimos a los estudiantes con necesidades educativas especiales”, valoró.
Con el objetivo de alcanzar las metas propuestas, indicó que es preciso formar a los docentes, contar con investigación y extensión impartida desde una Universidad de la Educación. También señaló que se requiere “la participación de los actores involucrados, y por lo tanto la construcción de espacios y procesos donde esto sea posible”.
Entre los lineamientos destacados, hizo hincapié en la universalización de la educación en todas las etapas de la vida “promoviendo la equidad y la inclusión con especial énfasis en los sectores más vulnerables”.
“También hablamos de la autonomía y la coordinación, la independencia técnica y profesional de los organismos educativos como principio fundamental para fortalecer la autonomía y mejorar los mecanismos de coordinación entre las distintas instituciones, asegurando que las políticas educativas sean integrales y efectivas”, puntualizó.
Asimismo, resaltó: “Nos comprometimos con la participación y el cogobierno. Creemos en una educación construida con todos y para todos. Fomentaremos la participación activa de estudiantes, docentes, familias y comunidades en la toma de decisiones a nivel institucional. Devolveremos el prestigio a las Asambleas Técnico Docentes y fortaleceremos los espacios de debate técnico pedagógico para colocar la educación de cara a los desafíos del siglo XXI”.
Por otro lado, destacó la importancia de atacar “la desvinculación, la falta de oportunidades educativas para jóvenes y adultos y el impacto de la violencia en el sistema educativo. Por ello trabajaremos en estrategias institucionales que aborden este problema de manera integral”.
“Fortaleceremos y prestigiaremos la tarea de educar. No hay educación de calidad sin docentes valorados y respaldados. Nos comprometemos a mejorar las condiciones laborales y salariales del cuerpo docente, a garantizar su formación continua y a avanzar en la consolidación de una Universidad de la educación para la formación docente”.
“Lo aquí planteado es el inicio de un proceso mayor. Nuestra meta es desarrollar un plan nacional de educación con lineamientos estratégicos a mediano y largo plazo, asegurando su sostenibilidad más allá de los períodos de gobierno”, explicó.
Por último, citó al educador Miguel Soler: “Para concluir quiero hacer mías las palabras de quién fue y será un referente para nosotros dentro y fuera de las aulas, un maestro de todas las horas: ‘Cuando por primera vez actué frente a niños descalzos sucios y hambrientos, comprendí que ser educador era realmente un compromiso simultáneo con la realidad cargada de problemas y el ideal poblado de esperanzas'”.
Consejeras designadas
La consejera del Codicen, Elbia Pereira, hizo énfasis en la necesidad de “generar condiciones que dignifiquen el trabajo de los docentes, asegurando una formación continua de calidad, estabilidad laboral y espacios de participación que les permitan incidir en las decisiones educativas. Solo un país que valora a sus docentes es un país que apuesta por el conocimiento, la justicia y el desarrollo”.
“Sabemos que la educación es un derecho y una responsabilidad compartida. En esta construcción conjunta es imprescindible el acompañamiento y el involucramiento de las familias. Necesitamos profundizar el vínculo entre las instituciones educativas y las familias, generar espacios de diálogo, escucha y participación, porque cuando las familias están presentes se consolidan verdaderas comunidades educativas”, valoró.
Por último, expresó: “Cada decisión que tomemos será guiada por la convicción de que la educación es la clave para un futuro más justo y solidario. En este sentido, es necesario garantizar trayectorias educativas completas y exitosas, para que todos los niños, niñas y adolescentes tengan oportunidad. Ningún estudiante debe quedar por fuera del sistema educativo. Ningún joven debe sentirse excluido o sin oportunidades. Estamos aquí para trabajar, para dialogar, para construir”.
Por su parte, la consejera designada, Carolina Pallas, manifestó: “Sabemos que los desafíos que enfrentamos son cruciales para nuestra sociedad actual en cuanto a su integración y convivencia ética y solidaria. Estos desafíos deberán hacer frente y dar soluciones a las diferentes situaciones de discriminación, a la incertidumbre, los cambios tecnológicos y sus modificaciones en el mundo del trabajo, a diferentes tipos de violencia, el miedo por el otro, por el diferente”.
Pallas abogó por la construcción de una política pública que ponga el foco en “el valor intrínseco de las personas y no en su valor meramente instrumental. Frente a esto debemos ser capaces de pensar juntos qué tipo de sociedad queremos y proyectamos”.
“Estamos convencidos de que otro mundo con justicia social, ambiental, económica y cultural es posible. La tarea que asumimos en el día de hoy estará centrada en las personas”, señaló.
“Sabemos que las decisiones justas son las que se toman pensando con otros y contemplando diferentes perspectivas, pero sin claudicar en las convicciones y en los principios educativos que nos guían en la construcción de una sociedad igualitaria, integrada y solidaria”, concluyó.
Escucha activa
El ministro de Educación y Cultura, Carlos Mahía, transmitió su confianza en las nuevas autoridades “por su trayectoria, su experiencia, su capacidad y, lo quiero decir, porque son buena gente”.
“Tenemos la responsabilidad colectiva de construir un clima de esperanza, de alegría y de entusiasmo en la educación. Tenemos la obligación de transmitir el amor por lo que hacemos”, afirmó.
Mahía concluyó: “Somos un gobierno que estamos escuchando, que llegamos escuchando, que seguiremos escuchando. Parte del gobernar tiene que ver con escuchar, pero también con el hacer y cada vez que así se determine vamos a transmitir las acciones de gobierno que hayamos decidido en forma consolidada, escuchando y decidiendo. Me gusta identificar esto con una frase de José Martí, el poeta cubano, cuando decía que ‘hacer es la mejor forma de decir’”.
Traspaso
El presidente saliente del Codicen, Juan Gabito, valoró: “Debo decir que nuestro sistema de educación pública ha tenido continuidad en su funcionamiento y está en condiciones de seguir mejorando el servicio social a su cargo, en cantidad y calidad”.
Además, destacó el reconocimiento y agradecimiento por la labor y compromiso de todos los funcionarios de la ANEP, en sus diferentes roles y jerarquías, “especialmente las autoridades técnicas, así como a las demás personas que integran y promueven las comunidades educativas”.
Por último, felicitó a las autoridades entrantes “por la responsabilidad que les ha sido asignada y por tener el valor de aceptarla, deseándoles por el bien del país y de la educación nacional una exitosa gestión en pos de lo que nuestra sociedad toda espera de ustedes y vuestros equipos”.